2 de febrero de 2011

My heart is waiting

 

Dicen que si uno mantiene las esperanzas muy en alto sobre algo poco probable, después sufre las consecuencias de la desilusión. Y es verdad, puede suceder.

Pero yo elijo ilusionarme. Porque, si no, ¿cómo sobreviviría esta situación? No hay un amanecer que me levante sin decir “es hoy, hoy es el día” y respire profundo, muy profundo, mirando a la puerta, esa puerta por la cual hoy (porque lo sé, va a ser hoy) esa persona va a entrar. Esa persona con la cual la vida me quedaría resuelta. Esa persona que estoy HARTO de esperar.

Sí. Hoy espero, como todos los días, pero hoy espero con certeza. Entre las 9 y las 15, sus botas pisarán mi césped cruzando el jardín hasta mi porche. Una de sus manos con guantes tocará el timbre y su boca se anunciará. Y mi corazón va a latir a un millón por hora, mi cara se va a llenar de luz, y mi mente reproducirá "Morning Mood" de Edvard Grieg… Casi, casi que me pareceré a Doña Florinda cuando llega el Profesor Jirafales, porque así de bobo y contento me pondré al ir hacia la puerta, bailando y dando vueltas, y al abrirla, y recibir a mi visitante tan esperado.

Gente, déjenme soñar. Déjenme estar seguro… seguro de que hoy, porque tiene que ser hoy, después de tanto tiempo… Hoy va a llegar él,

 

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el técnico de Speedy.

3 comentarios:

  1. Amigo de mi alma, me encanta que hayas encontrado esta manera de expresarte, te deseo lo mejor y nos estamos viendo, love you

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  2. ¿Te andaba mal Speedy? Nunca me enteré! : O

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  3. Viene y va ... :) Es más un problema constante diría yo... Por suerte ya anda bastante bien y espero que así siga. ¡Viste como es esta isla con el tema de la Internet!

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