27 de febrero de 2011

“Ponelo en el blog.”

 

Cinco situaciones que se repiten cuando comenzás a escribir un blog y tus conocidos lo saben:

1) Alguien-que-nada-que-ver te menciona al pasar que se dio cuenta que lo/la mencionaste en el blog (se creen que son la persona encriptada de tu último post). Y no lo son ni lo van a ser.

2) Hacés un post criticando la propaganda estúpida de Córdoba y se te vienen los cordobeses encima. No me peguen, soy blogger.

3) Cualquier situación y/u objeto bizarro del momento da el pie para que alguien diga, siempre: “Esto es RE para tu blog.” (Sí, ustedes lo saben, esta es la peor). Y yo era de hacerlo. Perdón. ¡No sabía!

4) En distintos momentos, (mientras estás en el baño, sirviéndote helado duro, revolviendo el tuco, escuchando a tu jefe, o sacando el dulce de leche de la pantalla de la notebook), te vienen esas ideas potables para escribir en tu próxima entrada. Vos confiás en que te vas a acordar para anotar la idea más tarde, porque el cerebro humano es asombrosamente poderoso. Pero dos minutos después la idea se fue y nunca más va a volver. Y después terminás escribiendo una entrada sobre la tapa del inodoro, o frustrada como mi amiga Lola, que nunca pudo recordar su gran idea que habíamos charlado para criticar documentales. Hay que hacer lo que hace Seinfeld, que anota enseguida.

5) Te piden que los menciones o que les mandes saludos.

Hola mamá. Y saludos para todos los que me conocen.

 

Mafalda pensando

25 de febrero de 2011

Qué ganas de gritarlo 3: “La Tapa”

 

¿Por qué me tengo que acordar yo de bajar la tapa del inodoro, y no ellas de levantarla?

El inodoro es de todos. No entiendo por qué las mujeres se adueñan del mismo. Pero la mayoría de los hombres gritamos un cobarde y sumiso “¡Perdón!” cuando olvidamos bajar la tapa y nadie tiene los huevos para hacer frente.

Así que sépanlo. Esto se acabó. De ahora en más, no voy a bajar más la tapa antes de retirarme del baño. Si todos dejamos de hacerlo, algún día dejarán de asumir que es nuestra obligación hacerlo. Pero ¿quién carajo les dijo?

 

tapaAbierta

18 de febrero de 2011

Cambio de canal: Córdoba entre todos.

 

Había una vez, fuera de los límites de la provincia de Córdoba, un pueblo en el que todos soñaban con ser cordobeses.

Como dice Gonza (pero ahora lo decimos todos) ¡OH POR DIOS!. ¿Qué carta al congreso? ¿Me están cargando? Sí, estoy hablando de la propaganda impresentable que armó el gobierno de Córdoba. Y sé que todos en el país la tienen que haber visto, porque según mis corresponsales en San Luis, MDQ, Bahía Blanca y Punta Alta, Ushuaia no es el único lugar donde se ven (por Telefé).

 

Lo peor es que siempre tengo el desagrado de verla cuando estoy cenando y conversando con mis amigos los días de la gala de GH. Y siempre pienso lo mismo. ¿Qué carajo me importa? No quiero ser cordobés. Y encima la otra, la de las rutas. Estoy a más de 3 mil km; vivo en el fin del mundo, en el sur sur… ¿Por qué tengo que estar viendo la ampliación de las rutas si NO SOY CORDOBÉS? Y encima, las rutas son una mierda. Ya me dijeron. Posta que es mentira que son lindas.

Y no sé cual parte es peor:

  • la pobre niña que dice ‘mamá, quiero ser cordobesa;’
  • los viejos en el bar queriendo imitar el acento cordobés mientras planificaban la carta al congreso, quienes deben querer cumplir su sueño antes de morirse (?);
  • la señora que hace pasar al living a la “juntadora” de firmas con sonrisa Colgate, y le muestra todos los souvenirs que tiene de Córdoba, acomodados a modo de altar obsesivo-compulsivo-neurótico-creepy-espirituoso: “¿Adónde le firmo?”;
  • el abuelo mostrando un album de fotos de Córdoba a los nietos (creo que es el mismo viejo de la bicicleta) y hablándole de las sierras como si fuese el País de las Maravillas;
  • el obrero que, ante los pedidos de trabajar con entusiasmo de su jefe, le comenta a su compañero “¿Qué se piensa? ¿Que somos cordobeses?”
  • la suma de todas las anteriores, más el viejito en bici al principio y la jubilada barriendo la vereda. Para que visualicemos la idea de “´pueblo.”

 

Y lo peor de todo es que tienen esclavos en los campos.

A mí me cae bien la gente de Córdoba, pero tengo la certeza de que los funcionarios cordobeses tiene un plan para dominar al mundo. Pero que le dejen de pedir a Pinky (el amigo de Cerebro) que les dirija las publicidades.

 pinky

11 de febrero de 2011

Qué ganas de gritarlo 2: falta de creatividad?

 

No soporto que el Nuevo Fiat Uno no se parezca en NADA al Fiat Uno.

¿Pero por qué no pudieron inventar otro nombre si el auto es un auto completamente diferenteeeeeeeee?

9 de febrero de 2011

Premios ROLF. “Peor frase trillada antes de un beso”

 

Hace unos días tuve una cita a ciegas con alguien que conocí por chat. Yo sabía, de antemano, que esa persona no me atraía en lo más mínimo. Lo peor es que de su parte había desesperación por… um… un encuentro al grano. Por más que aclaré qué sólo quería que nos conozcamos, esta persona apostó al dunga-dunga mientras se hacían los ravioles congelados. Y buscó el beso y la apretada de la manera más cursi que escuché en mi vida.

Y mi preocupación es: ¿Por qué antes de un beso las personas buscan decir alguna boludés? Al menos que sea Shakespeare, uno no debería hacerse el poeta con alguien que levantó o está levantando. Hay un 0,0093 % de probabilidad de que te salga algo copado, ya que seguramente te falte la alfarería y la música de de Ghost de fondo. Y sólo a Drácula se le permite decir “I have crossed oceans of time to find you.”

Luego de una encuesta exhaustiva que realicé, estos son los nominados a Peor línea trillada antes de dar un beso:

dracula A) Mi cita a ciegas estaba metiendo los ravioles a hervir en la cocina. Habíamos compartido veinte minutos de conversación. Yo me voy al comedor y le pregunto si se puede fumar, porque vi sus cigarrillos y ceniceros sobre la linda mesa ratonera. Me dice que sí. Entonces voy a mi campera y me agacho para sacar los cigarrillos y el lighter. Mientras, se acerca de la cocina y me viene diciendo:
Fumar, se puede en todos lados menos en la pieza.”
Para esto, mientras yo me preguntaba a mí mismo por qué se acercaba tanto y estaba desesperado intentando sacar un cigarrillo para ponérmelo en la boca, hace uso de lo que había fabricado en su mente durante el ratito que me fui de la cocina:

Besar, en todas partes de la casa.”

Y sí; le pintó la tranzada. Unos de estos días le voy a dejar un paquetito de Menthoplus, el fuerte, el de color negro.

agua canilla B) Mi amiga Cecy me contaba, mientras escuchaba mi anécdota anterior, que uno de sus antiguos touch-and-go le comentó que necesitaba agua. Cecy, que no tenía agua mineral, preocupada por el estado del agua corriente en ese entonces (acá suelen haber virus de castor o algo así) le dice que el de la canilla le iba a hacer mal. Él contestó:

“No. De tu boca.”

Y con eso la besó. Qué ganador.

lunar C) Mi prima Lulu, morocha con lunar, recordaba algún que otro punguita de Punta Alta queriéndose hacerse el langa frente a ella. Uno de ellos, en un boliche puntaltense, le preguntó:

“¿Te puedo besar el lunar?”

WTF?

D) A mi amiga Nina, en su primer cita a ciegas con su chongo, le tocó vivir la terrible y triste situación de tener que responder a la pregunta “¿Te puedo besar?” Por supuesto, no hizo más que contestar que sí. Luego de su respuesta, el extranjero se paró, dio la vuelta alrededor de la mesa larga, y llegó para sentarse a upa de una Nina que ya estaba roja del momento incómodo. ¿Quién la mandó a sentarse del otro lado de la mesa? Al beso lo disfrutaron, igual.

 

Díganme cuál les parece la más cursi de todas. Y si tienen más, cuenten también.

5 de febrero de 2011

Qué ganas de gritarlo 1: Aversión

No hay palabra que me cause más asco y repugnancia que “Palometa” (o cualquiera de sus derivados, tipo “palometeado,” en su significado argentino).

Y no soy un fan de la expresión “calzoncillo acartonado” tampoco.

4 de febrero de 2011

Un cortito

 

Me confundo el pollo al jugo con el pato a la naranja.

Y nunca probé ninguno de los dos.

3 de febrero de 2011

¿Vamos al bar?

homero cerveza
Resulta que en el pueblo del fin del mundo, últimamente no encontrábamos muchas opciones para salir a tomar algo con mis amigos. Un bar con onda, queda sólo el irlandés, y ahí van todos los turistas y entonces siempre está terriblemente lleno, tanto que varias veces hemos llegado hasta la puerta y nos pegamos la vuelta. (Re tolerantes, nosotros).
Por lo tanto, todos los pueblerinos, hartos de la rutina, nos alegramos del alma al enterarnos que abría un pub nuevo en alguna esquina de la City –y cuando digo ‘todos los pueblerinos’ me refiero a mí y a la gang. Hoy inaugura, con pizza libre de 9 a 1 y cerveza 2x1. ¿No es genial? Sí, eso pensamos con mis amigos. Y por eso –con los que quedaron o ya volvieron, porque la mayoría esta en el continente de vacaciones- venimos hablando de ir a la inauguración desde que nos enteramos de tan deleitante noticia.
Ahora, observemos los hechos. Hoy es hoy, es de noche, y estoy en mi habitación escribiendo este post con mi notebook y escuchando Shakira de fondo (porque mi antiguo disco rígido se arruinó y como soy normal y no hago backup perdí toda mi música –igual me hago el que no me encanta Shakira-). Hay algo mal que no anda bien… Veamos ¿qué será? (Además de Shakira).
Ah, sí… NO ESTOY EN EL BAR. ¡Buuuuuuuuuuu!
Ahora, si yo no mandaba un mensaje de texto para ver a qué hora salíamos, ni me enteraba de que hoy no era necesario bañarme y/o peinarme. Bueno, fueron cayendo así, tipo dominó:
Dos de las chicas arreglaron cena respectivamente con amigas de ellas que no pertenecen al grupo, es decir, outsiders. Bien, ok, te olvidaste del pub, hiciste planes con una amiga que no ves hace rato, todo bien. Te perdono (y mejor no le cuento lo que me enteré de la amiga, hum!).
La otra, que la quiero tanto con todo mi alma, preguntó “Hay que ir sí o sí?” No, Bárbara, querida. ¿Qué pregunta es esa? Más vale que hayas estado dormida al escribirlo. No es como la escuela, que te ponen ausente, faltá tranquila. (Igual, Bárbara tiene una hija y un marido y anoche se acostó tarde así que está más que perdonada. No hay rencores, Barbi. No voy a contar que anoche hiciste trampa en el pool cuando las chicas se fueron al baño, no me interesa, está todo bien).
Bueno, cuando el plan A no funciona, hay que ir al plan B. Pero por supuesto, no querés que esa persona se entere que fue tu plan B. Y esto lo aprendí recién hoy, y eso que soy grande ya.
- Hola, ¿Froda? ¿Cómo andás che, tanto tiempo?
- Bien, renovada de las vacaciones. ¿Todo bien vos?
- Sí, si. Acá estoy, tirado en la cama. ¿Tenés planes para hoy?
- Sí.
Y acá es donde tendría que haber cortado la conversación. Pero por supuesto, la seguí, quizás por algún dejo de esperanza egoísta de que mi propuesta sea mejor que su seguramente pobre y rutinario plan. Estaba equivocado; sus planes eran con su novio.
- Ah, porque hoy abre un bar nuevo, hay pizza libre. Y como las chicas ninguna va, te llamo para ver si tenías ganas.
- Ah, soy tu plan B, buenísimo.
Bien. Ya empezamos mal. Por supuesto mi amiga Froda reclinó amablemente mi tan irresistible invitación, arreglando un almuerzo conmigo mañana (me voy a tener que levantar antes del mediodía y es vacaciones… me va a hacer bien).
Pero eso no es todo. Al invitar a otros recibí gran cantidad de respuestas negativas, hasta algunas con muy mala onda.
- ¿Tenés planes?
- No.
- ¿Vamos al bar?
- No.
Y acá estoy, solo.
Tengo la sospecha de que hoy no es mi día con la gente. Estoy seguro que enojados conmigo no están; y además soy tan bueno (se re nota, ¿o no?). Le conté a mi amiga que no está en la isla, y su análisis es que la luna debe estar cruzada (así dijo). Resulta que hoy se siente re feliz. Y como siempre va en contra de la gente, era muy probable que estén todos mal.
La tendré ahora como sensor de la gente a mi alrededor. Y me alegra que esté siempre al revés.
Ojo, no estoy enojado eh. No. Estoy en mi habitación, escribiendo, mirando el debate de Gran Hermano, sintiendo el aroma de un rico sahumerio, y no estoy gastando un mango –y no nos olvidemos de Shakira-. ¿Qué más puedo pedir? ¿Que se vayan todos a cagar? Nah, si yo los amo.
 moon crash
Hoy, si alguien me pregunta “¿Vamos al bar?” mi respuesta será “No, paso. Hoy la luna está cruzada, ¿no te enteraste?”.

2 de febrero de 2011

My heart is waiting

 

Dicen que si uno mantiene las esperanzas muy en alto sobre algo poco probable, después sufre las consecuencias de la desilusión. Y es verdad, puede suceder.

Pero yo elijo ilusionarme. Porque, si no, ¿cómo sobreviviría esta situación? No hay un amanecer que me levante sin decir “es hoy, hoy es el día” y respire profundo, muy profundo, mirando a la puerta, esa puerta por la cual hoy (porque lo sé, va a ser hoy) esa persona va a entrar. Esa persona con la cual la vida me quedaría resuelta. Esa persona que estoy HARTO de esperar.

Sí. Hoy espero, como todos los días, pero hoy espero con certeza. Entre las 9 y las 15, sus botas pisarán mi césped cruzando el jardín hasta mi porche. Una de sus manos con guantes tocará el timbre y su boca se anunciará. Y mi corazón va a latir a un millón por hora, mi cara se va a llenar de luz, y mi mente reproducirá "Morning Mood" de Edvard Grieg… Casi, casi que me pareceré a Doña Florinda cuando llega el Profesor Jirafales, porque así de bobo y contento me pondré al ir hacia la puerta, bailando y dando vueltas, y al abrirla, y recibir a mi visitante tan esperado.

Gente, déjenme soñar. Déjenme estar seguro… seguro de que hoy, porque tiene que ser hoy, después de tanto tiempo… Hoy va a llegar él,

 

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el técnico de Speedy.

Después de dos años …

 

Después de dos años… ¡el primer post!

¡Hola gente!

Abrí esto, con un nombre medio diferente, hace aproximadamente dos años. Y hoy es el día en el que este blog se hace blog, con su primera entrada. ¡Me caen lágrimas! Relajado, busqué mi estilo. Y cuánto tiempo me tomó elegir los colores de las burbujitas del fondo (la postergación fue más que nada por eso).

La verdad es que no sé si por terapia o por el simple placer que “tipear” mis palabras me da, es que espero llevar adelante esta gran misión y crecer al mismo tiempo.

Tengo tantas críticas, quejas y opiniones negativas con las que desparramar alegría al mundo de lectores, oh yes.

Quiero agradecer a mi casi-mentora y una de mis mejores amigas: Lola Oh, por su critical eye, y por el apoyo incondicional (o mínimamente condicional) que ambos nos damos en nuestras vidas.

 

¡Deséenme suerte!