O, mejor dicho, cómo deshacerse de MÍ en diez minutos.
1) Poner un canal de noticias.
2) Cambiar de canal a un partido de fútbol, o sintonizar una radio que esté transmitiendo un partido de fútbol.
3) Tener un gato que largue pelos y se suba encima.
4) Poner música folclórica, chamamé o cuarteto.
5) Decir que para la cena vas a hacer una zanahoria con un zapallo.
Con suerte aguantaría diez minutos. Así que ya saben.
En las vacaciones, no hice NADA. A fin de año estaba demasiado loco con todo lo que implica diciembre para un teacher y para un estudiante (o sea, en mí está multiplicado por 2). Y en marzo ya tenía y tengo mi auto nuevo y ando re colgado con todo porque vivo paseando o sacándole fotos (no lavándolo, eso no me sale del alma ni a palos, con nada).
Ergo, no hay entradas en el blog. Lo cual no quiere decir que no esté teniendo ideas y que no las esté anotando en algún lugar, tipo la servilletita de Mostaza o en el Blackberry. Muy pronto seguiré escribiendo.
También tengo pendiente desde noviembre ordenar la pieza, pero es poco probable que lo haga. Ya entró en la lista de tareas para el 2012, así que ya pasa a diciembre de nuevo. Así que quedará la pila de libros y papeles un año más sobre la mesa.
En fin. Ya voy a postear. I will be back.
Después de casi tres meses sin postear, ocupadísimo con la residencia y con la inmensa cantidad de laburo que se me ocurrió tener este año, he decidido hacer un post rapidito sobre algo que ha causado discordia y caos en clases de literatura (porque no se me ocurre nada gracioso para postear, con el tema del estrés y la contratura y todo eso).
Si decís, “… en la página 25, primer párrafo,” ¿a cuál te referís? ¿Al primero que aparece –o sea, el que termina al principio de la página- o al primero que empieza en esa página?
¿Hay una regla o es una de esas cosas que se dejan al azar de la humanidad? Necesito saber. Tiene que haber un acuerdo común estándar. No me imagino a los que hacen Phd de literatura en Harvard malinterpretándose de qué párrafo hablan, no sé.
Y yo, encima, no sé de qué lado estoy.
Tenía que agarrarme la angina roja, altamente dolorosa, y tener que hacer reposo por 48 horas, para que yo:
-me ponga a escribir en el blog;
-me ponga a leer una novela del cuatrimestre pasado;
-me ponga a hacer dos trabajos prácticos que debía entregar la semana pasada;
-saque las diez pilas de libros que tenía sobre la cama;
-pueda probar y hacerme adicto a The Sims Social de Facebook.
¿Momento de reflexión? Sí, porque últimamente mi vida está tan caótica y ocupada que se me desorganiza todo, y no hago todo lo que me gusta hacer, como escribir en mi pobre blog. Por eso es que, si bien el dolor es insoportable y odio faltar al laburo porque es un quilombo, la angina me vino bien para poner pausa y re-organizarme. Y alegrarme de que renuncié a uno de mis trabajos.
Pero lo más jodido es que hace rato no critico, no saco el cuero. Dicen que cuando no decís algo te duele la garganta después; mirá si mi angina me agarró por no quejarme o no criticar. Ya expongo varias cositas que me tienen harto hace un tiempo, muy brevemente. Por las dudas. Por ahí me curo y mañana puedo ir a esquiar.
- Me duele la garganta.
- Las propagandas políticas nuevas de córdoba antes de las elecciones, con la Mole Moli, merecen, no sólo un post a parte, sino un solo comentario: tengo miedo.
- Amo Cold Case. Lo encuentro muy inspirador. Pero, ¿no lo podían pasar en un horario más de mierda?
- No soporto más a la gente que sabe que sos profe de inglés y que, cada vez que te ve, justo quiere clases de inglés -siempre. También están los que siempre te piden el número y nunca llaman. (Y también los que siempre llaman y nunca los atiendo, pero eso es a parte). ¿Qué querés que haga si cada vez que me ves te acordás que necesitás aprender? Andá a anotarte a un instituto, no sé. Sabés quién sos.
- Ayer a las 7 am me levanté para llamar a ambos colegios y avisarles que iba a ausentarme. En uno me dicen “Uhh, Rolf, ¡que te mejores!’’ y en el otro me dicen “Ah. Acordate de traer el certificado.” Reflexión.
- Mucha gente conocida y amiga está ahora mismo de viaje por Europa o por América Central y del Norte. ¿Alguien me puede explicar por qué nadie me avisó y qué hago yo acá?
- Me duele la garganta.
- A una de mis mejores amigas no le gusta el stand up. No le encuentra la gracia. Estoy consternado.
- Uso muy poco el bus en la ciudad, pero cada vez que subo y está lleno de pibes, me dan ganas de sacarles los celulares a los que ponen cumbia a todo volumen. Que alguien haga algoooooooooo; no me tengo por qué fumar tu cumbia, chabón! (Los olores adentro del bus también merecen un post a parte.)
- Se murió Amy Winehouse. Todo el mundo lo lamenta, pero el único tema que saben es Rehab, que encima explicita sus ganas de morirse. Ya fue.
- ¿Qué es esta moda pedorra de las pibas ahora de sacarse las fotos mirando de costado? Are you kidding me? Además de que el perfil suele ser lo que peor se ve en las fotos, encima quedan medio bizcas; cara mirando al costado y arriba, pero ojos mirando a la cámara, y con sonrisa macabra. Chicas, horrible. Sáquense fotos menos creepy. Prefiero mil veces las fotos ‘flogger.’
- Avatar es una copia de Pocahontas.
- Me duele la garganta. Me duele, me duele, me duele.
Eso es todo. Seguro que ahora me curo. Phew!
Tengo un problema con la gente que saluda días especiales a las doce de la noche. A las 12.01, estas especies agarran el teléfono o el MSN, o se acercan a la persona y arrancan.. Feliz cumpleaños! Feliz día! Feliz aniversario! Feliz divorcio! Feliz día del cartero!
Y mi pregunta es, si hacen eso a las doce de la noche porque ‘técnicamente’ el día de ‘mañana’ ya empezó (booooring), ¿qué hacen a la mañana, cuando se levantan y el verdadero ‘día’ comienza? ¿Saludan de vuelta? ¿Pasan por el frente del marido, esposo, amigo, etc y no le dan ni pelota porque ya cumplieron con lo que le tenían que decir?
No entiendo. Bastaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Hace unos días me enteré que JKR, la autora de Harry Potter, estuvo laburando en un nuevísimo e innovador proyecto, POTTERMORE… Estoy súper excited. No dicen qué es, pero prometen hacerte flashear de la emoción. Lo sigo en el twitter para que me avisen cuándo se publica –faltarían unos días no más. ¡El pueblo quiere saber de qué se trata!
En fin. Todo esto es porque me hizo acordar a un error que cometí una vez, allá por el 2007, con la saga de Harry Potter.
Recién llegado a la isla, y empezando mi carrera, tenía internet en casa por primera vez en mi vida y vivía en la computadora de escritorio del living (sí, re retro). Me hacía el re cibernético, y comenzaba mi formación en el pirateo de libros (bajarse los libros gratis por la web). Yo era re capo.
Entonces, porque no quería gastar más de cien pesos en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, me lo bajé en inglés, con el Ares (iluso).
Y leía. Y leía. Todas las noches, después de terminar la tarea, leía horas y horas, hasta las cinco, seis, siete de la mañana. Iba a saber el final de la saga ¡por fin!
Hasta que, luego de 450 páginas de pdf leídas, comencé a sospecharlo. Sí, lo había sospechado antes, pero Freud diría que lo negaba como mecanismo de defensa. Hasta que lo sospeché demasiado. Y googlié en wikipedia la trama del libro. Y la leí, un pedazo. Y sí. Era verdad.
Todo lo que había leído era falso. Una versión de alguien que, muy, muy al pedo, se había escrito todo el libro falso.
Cualquiera creería que tardé en darme cuenta porque la versión era muy buena. Pero… después lo pensé y dije: ‘qué tarado.’
Por ejemplo, nunca mencionaban las reliquias de la muerte. Y siendo el título del libro, uno lo esperaría. Pero yo no, no me dí cuenta.
Segundo, Voldemort hacía cosas re macabras, mal. Bueno, daba con el perfil, pero se zarpaba de horror. Era too much. Pero yo no me dí cuenta.
Tercero, y la peor, Harry vivía re caliente con Ginny. Ginny era mencionada ochenta veces por capítulo. Era todo lo que pensaba Harry adolescente. A Ginny la describían como sexy, y hasta se mencionaban sus boobs, los cuales Harry se quedaba mirando.
Qué progresista y atrevida esta Rowling, pensaba yo. Pero no me daba cuenta.
Todavía no lo puedo creer. ¿Me vas a decir que no pude haberme dado cuenta ya desde el principio, cuando leía y leía que Harry y Ginny vivían franeleando en la bilbioteca de Grimauld Place? ¿O al pasar por líneas tales como ‘Harry, ¿vas a terminar lo que empezaste?’ mientras la zorrita se apoyaba en un tronco, en una noche oscura, en el casamiento de Bill y Fleur?
Horror. Encima leí tanto y con tanta atención, y tanta pasión, que todavía hay secuelas. A veces se me confunde la trama falsa con la real, y sigo teniendo flashbacks que me obligan a cavar más profundo en mi memoria para recordar si es real o falso.
Nunca lo había contado. Sólo una amiga lo sabía. Nunca más me hice el pirata. Y todavía tengo como concepto de Harry personaje, un mago que vivía re caliente.
Siempre tuve un problema con la risa. Si es una risa normal, no me gusta cómo suena. Y si es una grosa, puede peligrar mi vida.
Resulta que cuando me río mucho de repente y re fuerte, tipo después de un súper chiste de Sabrina, se me va el aire y me mareo. Es porque largo todo el aire de una, parece. Y después me tiento y no aspiro de nuevo…
El otro día casi me desmayé. Terminé tirado en el piso y decía “no registro nada, no registro nada!” (??).
Fue al mismo tiempo que Patricia se río tanto que se hizo pis posta, después de escupir, con la carcajada, toda la Pepsi sobre la mesa (mesa y Pepsi sobre la cual me caí cuando se me fue el aire y me debilité –antes de terminar en el piso, al lado del perro). Un ataque de locura total.
Pero, en situaciones más leves de risa tentada, sólo se me sale la gaseosa por la nariz.
Como se observa en la actualidad, en la moda todo vuelve. Lo que se usaba hace 20, 30, 40 y 50 años atrás, ahora se usa otra vez. Con un toque más atrevido, obvio.
Con ese tema, con la moda, todo bien. Es un círculo fashion interesante de ver en el tiempo. Pero lo que me preocupa es que, aparentemente, lo mismo está empezando a ocurrir en la televisión.
Oh, ojalá esté equivocado.
Cual retracción del agua en la costa antes de un tsunami, acá está la evidencia de mi hipótesis:
Resulta que, seguramente se enteraron, vuelve ‘Sábado Bus’ (conducido por Nicolás Repetto), y a pesar de que las publis decían ‘un formato completamente diferente’ [?], parece que es lo mismo.
Y también habrán escuchado que Daddy Brieva ahora está en tratativas para volver con Agrandadytos. Y Su la trajo a La Reina de los Bajitos para recordar viejos tiempos.
Ni hablar de la repetición de la re-make de Chiquititas, en Telefé. Y hace unos días ví que Mirtha Legrand estaría firmando para volver a la tele pero con un programa de noche.
¿Te suena? Mirtha…… de noche…….
Y me pregunto, y me temo, ¿qué viene después? Si retoman Sábado Bus, Mirtha de Noche, Adrandadytos, nadie, NADIE me asegura que no van a volver otros tipos de programas…
La Peluquería de Don Mateo (sin Rolo Puente, obvio)
Sorpresa y 1/2 (Sin Julián, que está en Telefé. ¿Volverá Maby sola?)
Gente que Busca Gente
Mediodía con Mauro
Polémica en el bar
¡ Yo soy Panam !
Iba a poner al Dr. Dr. Sokolinsky pero me avisaron que ya murió.
Puedo llegar a imaginarme mirando ZAP TV, con Polino. Lástima que se fundieron de las multas.
En fin, vayan preparándose. Después no digan que no les avisé.
No me banco a la gente que usa “locura” como vocativo. Onda, ¿te pensás que suena copado, cool, buena onda, friendly, re macho?
No entiendo. No sé.
Como soy indeciso y a veces me cuesta elegir, acabo de resolver que ya re fue el TOP 5. Ahora lo que re pega es el TOP 7.
Acá va el Top 7 de inmundicias que debería prohibir de una vez por todas la Ley de Medios en Argentina.
1. El pelo de Julián Weich.
2. Los paralelismos filosóficos de Tartu. ¿Cómo hace para que sus pelotudeces suenen serias?
Ay, me equivoqué.
Éste es Tartu.
3. Las muletillas de Iudica. Es insoportable, qué se yo.
“¡Señoras y señores!”
4. Repeticiones trilladísimas de Los Midachi. Nunca me hicieron reír. 
5. Que Florencia Peña sobreactúe.
Re cagó ‘La Niñera.’ Pero me gusta ‘Casados con Hijos,’ igual.
6. Los programas de fútbol a las 12 de la noche.
¡BORING!
7. La Giovani. Con cualquiera de sus bailes.
O por lo menos que se ponga una peluca.
